Aunque no hay estadísticas oficiales, el plazo medio para vender una vivienda en España suele rondar los nueve meses. Pero es posible venderlo antes de los cuatro meses si se cuidan una serie de aspectos fundamentales que hoy os contaremos. Un precio adecuado, si está reformado o si el ambiente de la casa es neutro y no cuenta con elementos muy personales, son algunas de las claves a tener en cuenta.
En la decisión de comprar una vivienda, la primera impresión es decisiva. Los potenciales compradores deciden durante los primeros minutos de su visita si se ven viviendo en ella o no. Por ello, es importante que acondiciones el espacio de tal forma que el potencial comprador se sienta cómodo, resaltando los puntos fuertes y focalizando en ellos las miradas.
- Empieza a prepararte lo antes posible: Puedes empezar a preparar tu casa desde el momento en que decides ponerla a la venta. Pero, idealmente, deberías darte entre 90 y 180 días antes de sacarla al mercado para tener suficiente tiempo para ponerla al día, hacer reparaciones y ordenar. De esta forma puedes controlar tu ritmo y ser estratégico
- Solicita un análisis comparativo del mercado para ayudarte a valorar tu vivienda: En muchos casos, el cliente acude a la agencia inmobiliaria con una idea preconcebida de cuánto puede valer su vivienda, pero con la ayuda y las estimaciones de un profesional nos ahorraremos tiempo y dinero.
- Solicita a tu agente que te explique su plan de marketing: Qué va a hacer para vender tu piso.
- Decide, junto a tu inmobiliaria, las mejoras a realizar: Reparar desperfectos, poner a punto baños y cocina, asegurar una buena iluminación, pintar… como os contamos hace un tiempo, el equipo de ATRIO apuesta por recurrir al Home Staging o acondicionamiento de viviendas que consiste en utilizar técnicas para resaltar los puntos fuertesy minimizar los puntos débiles de un inmueble.
- Crea un espacio neutro en la vivienda: La despersonalización no consiste en convertir el espacio en un
lugar frío y vacío sino en conseguir que los potenciales compradores se sientan cómodos en su visita al inmueble y la atención se fije desde el primer segundo en el inmueble y no en las cosas. Para ello, es necesario retirar las referencias personales como cuadros y fotos y crear un ambiente neutro con un estilo universal que pueda para gustar al mayor número de personas.
- Potencia la iluminación de la casa: Un espacio luminoso crea buenas sensaciones al comprador. Ganar luz en una vivienda es sumar puntos a la hora de venderla. La carencia de luz natural se puede compensar con una buena iluminación artificial y algunos trucos en la decoración del espacio. Podemos conseguirlo de varias maneras: poner luz cálida y subir las persianas, retirar los tejidos oscuros de camas y sofás, pues restarán peso visual al conjunto. Las paredes en blanco y los muebles claros son siempre una apuesta segura: aportan frescura y luminosidad en cualquier espacio.
- Solicita factura y lleva un registro: De todo el dinero invertido en los gastos de mejoras. Podrás deducirlo de los impuestos sobre las ganancias de la venta.
- Solicita información permanente sobre la evolución del proceso.
- Mantén una temperatura agradable: Quien entre en la vivienda debe sentir que es agradable entrar en ella. Si hace calor en la calle, intentar mantener la casa fresca. Es muy desagradable tanto pasar frío como calor al visitar una vivienda que podría convertirse en tu nuevo hogar. Si por el contrario hace frío, es aconsejable poner un poco la calefacción: todo para que los posibles compradores se sientan cómodos.
- Anuncio perfecto: Cada vez más gente busca vivienda a través de Internet, por lo que el anuncio debe ser impecable. De él depende que los futuros compradores descarten o no la vivienda. Incluye una descripción del inmueble, detalla sus características y prestaciones, adjunta un plano de la vivienda y acompáñalo con imágenes de calidad. Las fotografías que acompañan al anuncio pueden ser decisivas para captar un mayor número de visitas.