En su afán por promover el fútbol burgalés y su cantera, el Club Deportivo Bupolsa también está comprometido en apoyar el fútbol sala femenino de nuestra ciudad. Y es que, es el segundo año consecutivo que contamos con un equipo en la liga femenina del Trofeo La Amistad, un torneo de aficionados a nivel local que fomenta la deportividad entre los participantes.
Nuestras chicas, un total de 12 jugadoras, permanecen invictas en la primera posición de esta liga a falta de la segunda vuelta y sus objetivos están claros: quieren ganarlo todo. Para conseguirlo también tienen que vencer, como el año pasado, la Copa, otra competición dentro del Trofeo de la Amistad que divide en dos grupos a los equipos participantes, 12, y los dos mejores de cada grupo se enfrentarán en semifinales y después en la final.
Primer equipo de fútbol sala femenino federado en Burgos
El Trofeo de la Amistad es un campeonato a nivel local que no requiere la federación ni la experiencia previa de los inscritos. Basta con pagar un pequeño seguro y que los equipos no superen las 14 fichas para poder competir cada domingo en el Polideportivo Carlos Serna. Ni si quiera hace falta entrenar; es una competición para divertirse.
A excepción de este torneo, hasta el año pasado en Burgos no existía ningún club femenino de fútbol sala federado. Pero el Bupolsa, a raíz de este equipo aficionado, decidió crear un club profesional para competir en la liga regional. Así es como nació el UBU Bupolsa.
Con siete jugadoras pertenecientes al equipo amateur, y otras siete procedentes de otros equipos, el UBU Bupolsa ha echado a andar este año con el objetivo de promover este deporte entre la sociedad. “Aún existe mucha diferencia entre el fútbol masculino y el femenino y nunca se va a llegar al mismo nivel. Incluso en el fútbol sala todavía la brecha es mayor. Pero, por eso, en esta ocasión tenemos que felicitar a Carlos Cámara y a todo el Bupolsa por haber conseguido crear este equipo en Burgos, a ver si lo podemos seguir manteniendo para darnos a conocer y mejorar la situación”, explicaba Noelia Santamaría, jugadora de ambos equipos.
Por eso, esperan que, gracias a esta oportunidad, el fútbol sala femenino gane en aficionados que acudan a los partidos y las apoyen a nivel deportivo.
Lo une el fútbol sala que no lo separe nadie
Aunque el nivel de esta competición es muy diferente al del Torneo de la Amistad porque cuenta con jugadoras profesionales y supone un compromiso continuo a nivel de entrenamientos y viajes por toda Castilla y León, las jugadoras lo ven como un paso más en su vida deportiva y una manera de crear la sensación de equipo. “Entrenar nos viene bien para el otro torneo también porque así estamos más preparadas físicamente, y a nivel de equipo nos vamos conociendo, viendo las jugadas, … todo es positivo”, comentaba Andrea Muñoz, otra de las jugadoras.
También, para estas chicas el fútbol sala es una forma de ayudarlas en su día cotidiano. “Es el deporte que utilizas para divertirte, para aprender, para superarte y para airearte. Yo cuando estoy en un mal día en el curro, estudiando o así, es algo que nunca perdono”, explicaba Andrea.
Lo mismo le ocurre a Noelia: “El fútbol también sirve para aprender a trabajar en equipo en la vida profesional. Aprendes, aparte de compañerismo, a trabajar entre varias personas”.
Pero además de aprender y divertirse, a nuestras futbolistas también se les premia su calidad. Es el caso de la pívot Tamara Rubio, quien fue seleccionada para competir con la selección regional sub21. “La verdad que no me lo esperaba. Para mí es el primer año que juego federada en fútbol sala. Yo vengo del fútbol 11 y no me esperaba dar un salto tan grande”, señalaba ilusionada la jugadora. La selección jugó en Barcelona la clasificación para el campeonato de España, pero no pudo pasar de ronda tras perder 3-2 con la selección de Aragón.
En definitiva, desde el Bupolsa se busca fomentar ese espíritu deportivo, de compañerismo y competitividad a través del fútbol, tanto en la modalidad masculina como en la femenina.