Bruno Gutiérrez socio y arquitecto de la constructora Emmepolis Novecento

Se trata de un estándar de construcción que surge en Alemania en los años 90, es uno de los más estrictos y valorados en el sector de la construcción en cuanto a eficiencia energética. El secreto consiste en combinar un elevado confort, una calidad del aire interior de la vivienda óptima y un precio muy asequible, tanto es así que la inversión inicial se amortiza en unos 5-10 años, dependiendo del tipo de construcción e inversión que se realice.

El fenómeno Passivhaus en España

Bruno Gutiérrez, arquitecto y socio del estudio de arquitectura Emmepolis Novecento nos acerca al fenómeno Passivhaus cada vez más extendido en el país. Esta empresa ha levantado la primera vivienda en Madrid bajo estas exigencias, y también un edificio de oficinas de 1.500 metros cuadrados en Sollana (Valencia). Y cuentan con dos pabellones que posee la UBU en el Hospital Militar.

Estos espacios comparten una buena calidad del aire, que se logra mediante una ventilación mecánica que permite que todo el aire que llega del exterior pase por un conducto con un filtro en el cual se quedan el polvo y demás alérgenos perjudiciales.Y al lujo de respirar un aire más puro que el de la calle, se suma el ahorro en la factura energética. En una construcción «pasiva» el consumo es entre un 80% y un 90% más bajo que el de un edificio convencional.

Exigencias, claves y cualidades de las viviendas Passivhaus

El Instituto Passivhaus habla de cinco o seis principios, que a grandes rasgos son:

  • Alto aislamiento térmico
  • Control de los puentes térmicos
  • Alta estanquidad al aire
  • Carpinterías y vidrios de altas prestaciones
  • Recuperador de calor, que permite que continuamente se esté renovando el aire del interior

«A mi me gusta hacer hincapié en un principio más en cuanto a obra nueva, podríamos llamarle el principio cero. Se trata del diseño bioclimático”, comenta Bruno Gutiérrez, arquitecto y socio de Emmepolis Novecento. “Cuando llega un encargo, estudias las ubicaciones, el entorno del edificio, el volúmen… lo que más interesa para que el edificio tenga un buen comportamiento bioclimático”, comenta.

El precio: La inversión inicial, ¿barrera o incentivo?

 

“Para laVivienda pasiva en la zona de El Plantío en Madrid gente que mira un poco más allá no supone una barrera, sino un incentivo. Se amortiza a medio plazo y por no hablar del confort, tienes una calidad del aire altísima, vives muy bien y encima pagas poco”, asegura Bruno.  “El tema económico pasa a un segundo plano y lo que valoran los usuarios es el confort”, dice.

Bruno da un paso más y tiene presente un concepto del que desgraciadamente no oímos hablar todo lo que deberíamos. “Todo el mundo sabe lo que es una hipoteca bancaria pero, ¿quién habla de la hipoteca energética?, ¿quién habla de lo que te condenas a pagar a energéticas mes a mes por mantener un confort regular durante los 40 años de hipoteca?”, pregunta el arquitecto.

 

Espacios Passivhaus en Burgos

¿Cuál es el resultado en Burgos del pabellón de la UBU en el Hospital Militar y cuáles son las pruebas energéticas a las que ha sido sometido este espacio?. “En este proyecto hemos sido constructores. Nosotros aportamos el concepto de Passivhaus” aclara.

Se trata de dos pabellones del antiguo Hospital Militar, uno bajo el estándar Passivhaus y otro con código técnico. La idea inicial era que formasen parte de algún proyecto de investigación de la UBU en el que se puedan monitorizar los dos edificios para compararles. “Como es una rehabilitación porque el edificio es de la administración pública y está protegido por patrimonio, es una certificación por componentes. Energéticamente no llega a alcanzar lo que pide el estándar Passivhaus, pero al estándar le estamos demostrando que hacemos todo lo que podemos entonces lo certifica”, explica Bruno.

“Esos pabellones son para uso docente, se terminó la obra en noviembre de 2015 y pretendemos que se inaugure para primavera. Pero ya no depende de nosotros, la obra está entregada.”

Las pruebas energéticas a las que se ha sometido este edificio en Burgos son las del control exhaustivo de Passivhaus Institut. La prueba mas empírica es el ensayo de estanquidad al aire o BlowerDoor: extraer el aire de la vivienda y localizar por qué untos está entrando.

En un edificio convencional los valores de estanquidad al aire son muy elevados, entre 5 y 15 renovaciones/hora. “Todo el esfuerzo que tu empleas en calefactar el espacio completo, la vivienda lo suelta en una hora entre 5 y 15 veces”, aclara Bruno. “En vivienda Passivhaus lo estamos reduciendo a 0,6 renovaciones/hora y en un edificio de obra nueva estamos en 0,35”, comenta Bruno.

En este tipo de casas, ¿se pueden abrir las ventanas?

“Esta es una de las preguntas que suelen hacerme. Claro que se puede, pero en cuanto las abras y te des cuenta de que entra polvo, frío, calor, y todo tipo de alérgenos y que en tu casa u oficina tienes un microclima y una calidad del aire muy superior a la que tienes en el exterior, pues para que las vas a abrir” comenta Bruno. “Abrir ventanas en climas cálidos como en Valencia sí que lo consideramos, no para ventilar pero sí para refrigerar, sobre todo cuando dentro tienes máquinas que emiten calor, ordenadores, fotocopiadoras, lámparas… Todo el que vive o trabaja en una passivhaus asegura que es una sensación mágica” asegura.

Consumo nulo: ¿Cuáles son tus expectativas para el 2016 ?

 

«Totalmente positivas. Esto sigue creciendo, esOficinas pasivas en Valencia cuestión de lógica ya que cada vez se va conociendo más. Yo lo comparo con el cinturón de seguridad en los coches, al principio no se lo ponía nadie hasta que se empieza a desarrollar esa conciencia social y sobre todo cuando comienza a infundirse desde los colegios y al final es tu hijo el que te acaba diciendo que te pongas el cinturón” relata. Respecto a las expectativas de la Unión Europea respecto a que los edificios que se construyan a partir de 2020 en España sean de consumo casi cero, Bruno Gutiérrez no lo ve del todo factible. «En primer lugar porque no existe un estándar en España respecto al consumo energético casi cero», afirma. Se habla de reducir el consumo a 45 kWh/m2 año y Passivhaus lo limita a 15 kWh/m2 año. Bruno consigue crear con esto una herramienta para educar en la sostenibilidad. Para que en un futuro todo el mundo lleve incorporado el concepto Passivhaus y no haga falta contárselo a nadie.